EL subte es siempre una aventura

Esta semana una historia sobre el transporte público. En transporte público, me refiero específicamente al metro, o "subte" como se le llama aquí.

Ahora hay que pensar, ¿qué se puede decir sobre el metro? Pero descubrí en los últimos tres meses que el subte es siempre una aventura. No pasa un día, o vuelve a ocurrir algo, lo cual hace que sea siempre interesante, aunque no es siempre agradable.

Creo que voy a empezar con los mendigos. Aparecen en todas las variaciones. Por ejemplo, hay mendigos con una enfermedad que mendigar dinero para el tratamiento. Además, también hay personas que dicen que sin dinero y no tienen dinero para comprar alimentos. Ponen los papeles en su regazo con una historia sobre su situación. Los mendigos son generalmente a menudo ignorada por la población argentina.

Entonces, justo por encima de los mendigos de la jerarquía son los vendedores. Estas son las personas que están en movimiento en un producto específico. Se puede pensar en la goma de mascar, bolígrafos, barras de chocolate, toallas de papel, etc. También se ponen a menudo en su regazo y vuelven su posterior recuperación. A menos por supuesto que está comprando.

Por último, usted tiene los músicos ''. Están en la parte superior en la jerarquía de la valoración general en el subte. Ahora usted puede tener una imagen en su mente de alguien con una guitarra o la armónica que se está reproduciendo en el metro. Pero aquí en BA es más que eso. Ayer, por ejemplo, un rapero entró en el metro, incluyendo el micrófono y los altavoces. La gente realmente disfrutar de los músicos del metro y eso es agradable de ver y ser capaz de hacerlo.

Pero luego hay otro aspecto de la estación de metro, a saber: las multitudes. Esto puede ser un infierno. A menudo sucede que tengo que pasar un metro porque es simplemente demasiado lleno. Siempre me parece fascinante ver cómo la gente todavía se sumergen en el tubo, meter a sí mismos en el interior como una lata de sardinas. Pero eso es cuando tengo que mirar desde el exterior. Por desgracia, sucede a veces que estoy en el interior de ese sardinas en lata. Una experiencia menos agradable. Aparte del hecho de que con su mochila en el pecho estado aplastado entre un centenar de hombres, la gente se siente respirando en el cuello, la axila u otra parte del cuerpo es empujado en su cara, y hay que meterse en rincones difíciles a un lugar cerca de un poste o barra de agarre. A menudo, ya ha iniciado una serie de paradas de antemano con murmurando en voz baja 'Permiso' para que las personas que tienen poco espacio, libre para usted mientras usted barajar hacia la puerta.